Carrillada de ternera con verduras

En esta cuarentena, en la que al fin tenemos tiempo para cocinar y demostrar nuestras habilidades culinarias, debemos aprovechar para hacer algún plato de carne de vacuno español que requiera un poco más de elaboración que el clásico filete a la plancha con patatas de siempre. Por ello, os traemos esta receta de Carrillada de ternera con verduras con una salsa y una guarnición sencillas de preparar y con el que elaboraremos un guiso lleno de aroma y sabor tradicional que nada tiene que envidiar a los mejores restaurantes. Por unas semanas, tu restaurante preferido es tu casa.

La carrillada es una pieza de carne de esas que suelen reservar los carniceros, por lo que lo ideal es encargarla con algo de antelación. Es de textura dura, de esa que después de guisarlas se transforma en un manjar meloso, tierno y con un sabor incomparable.

Ingredientes para 4 comensales:


800 gramos de carrillada de ternera.
250 gr de caldo de verduras.
100 ml de vino tinto.
3 zanahorias grandes.
5 zanahorias normales.
1 cebolla.
1 puerro.
3 dientes de ajo.
2 tomates pera maduros.
3 ramas de tomillo fresco o rúcula.
1 cucharada de azúcar moreno.
1 cucharada de agua.
Aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra y sal al gusto.

Preparación


1º Pela las zanahorias grandes y córtalas. Las pequeñas resérvalas para más adelante. Después, haz lo mismo con el puerro cortándolo en juliana. Por último, pela y corta por la mitad las cebollas. Tras lavar los tomates, rállalos, añádeles una pizca de azúcar para equilibrar la acidez y resérvalos.

2º Ponemos una cazuela al fuego con un poco de aceite de oliva virgen extra. Antes de que esté totalmente caliente, ponemos la cebolla cortada por la mitad con el corte hacia abajo, para que poco a poco se vaya haciendo y dejando parte de su sabor. Después, sin apagar el fuego, marca hasta que se dore en todo su contorno la carrillada limpia de grasa externa, y después retírala junto a la cebolla.

3º Reducimos el fuego y, en la misma cacerola, pocha el puerro y la zanahoria que previamente has cortado. Cuando estos ingredientes estén tiernos, pica e incorpora los ajos y deja que tomen un poco de color para, seguidamente, añadir el tomate rallado. Salpimentamos al gusto y le echamos un toque de tomillo. Una vez que el agua que suelta el tomate se ha evaporado, incorpora de nuevo la carrillada y cubre con el vino y el caldo de verduras. Tapamos la cazuela y, cuando llegue a ebullición, bajamos el fuego al mínimo para que se haga lentamente el guiso durante aproximadamente 2 horas, dándole la vuelta de vez en cuando.

4º Cuando veas que las carrilladas están casi en su punto, preparamos las zanahorias reservadas. Para ello, en una sartén incorporamos las zanahorias previamente peladas y las dejamos que se hagan dándole la vuelta de vez en cuando durante unos 7-8 minutos. Cuando estén casi tiernas, preparamos en otra sartén antiadherente una mezcla de una cucharada de azúcar moreno y una cucharada de agua y cocinamos a temperatura media moviendo hasta que se fusione todo y lo retiramos. Cuando estén las zanahorias, añadimos el aderezo elaborado impregnándolas bien y dejando que caramelice todo sin que llegue a quemarse.

5º Cuando la carrillada esté en su punto, la retiramos de la cazuela y reservamos. Cogemos de la cazuela la salsa que ha resultado y las verduras del guiso y las ponemos en un recipiente para triturarlo hasta que obtengas una salsa homogénea y fina. Vuelve a ponerla en la cazuela y mantenla caliente.

6º Para emplatar, ponemos la ración de carrillada en un plato, añadimos la salsa por encima, y después añadimos la zanahoria caramelizada y la cebolla que habíamos reservado. Si lo deseamos, podemos complementarlo con un puré de patata de acompañamiento o de base. Y para finalizar ponemos una ramita de tomillo u hojitas de rúcula para decorar y darle olor. 

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