Cómo conservar la carne de vacuno en verano en las mejores condiciones posibles

El verano es la temporada de las barbacoas, los chuletones a la brasa o el disfrute al aire libre de hamburguesas con la mejor carne de vacuno. Pero, ojo, no podemos olvidarnos de tener en cuenta las altas temperaturas, puesto que la carne es un producto delicado y hay que ser precavidos para evitar problemas alimentarios y la aparición de microorganismos perjudiciales para su consumo.

En esta estación debemos tratar la carne de vacuno con especial cuidado, si bien nada que no nos sugiera nuestro sentido común, como ya tenemos cuidado con otros alimentos como la ensaladilla o los pescados de temporada.

Una vez que se compre la carne, deberá ir directamente a un lugar frío para reducir el tiempo de exposición a las altas temperaturas estivales. Así que olvidémonos de ir a la compra e irse a tomar una cervecita con la comida en el coche. Y si vas a tardar en llegar a casa tras comprarla o quiere asegurarte de que no se rompe la cadena de frío, una buena solución sería hacerte con una bolsa isotérmica, de las que puedes encontrar en cualquier supermercado para llevar los productos frescos.

Otro de los aspectos que debes tener en cuenta es que la carne que viene envasada, en general, se conserva mucho mejor gracias a que la entrada de aire está más controlada y la velocidad de oxidación y la aparición de microorganismos va más despacio que si lo compras directamente en la carnicería y no te lo envasan.

¿Cómo debemos cocinar la carne de vacuno en época estival?

Primero, y uno de los detalles que la gente más descuida: la carne hay que sacarla, al menos, media hora antes de cocinarla de la nevera para que se atempere y no esté muy fría cuando la pongamos sobre la sartén o plancha.

Segundo, debemos esperar a que la sartén coja temperatura elevada y no antes, si no queremos que se cueza la pieza en vez de marcarse por cada lado y conservar así los jugos que mantienen mejor ese delicioso e inigualable sabor.

Echaremos un chorrito de aceite y, una vez ha cogido la temperatura idónea, debemos empezar a hacer la carne por ambos lados. Cuando veamos que empieza a crear una especie de costra por cada uno de los lados, sabremos que está lista. Debemos ser muy conscientes de que el grosor y la zona de la pieza (con más o menos fibra o grasa) puede determinar el tiempo que necesita para su correcto cocinado.

Utiliza mejor sal gruesa o en escamas y nunca la eches al principio del cocinado, sino cuando das la vuelta a la primera cara de la pieza. Y ya tendremos la carne de vacuno lista para disfrutarla este verano.

Esperamos que sigas nuestros sabios consejos, pues pocos despistes son mayores sacrilegios para un fan del vacuno que el tener que deshacerse de una pieza de vacuno por una mala conservación. ¡Ya no hay excusas y a disfrutar con seguridad de la mejor carne del mundo!

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